Las tensiones en el Mar de la China Meridional van en ascenso. Tanto Japón como Filipinas ven con preocupación el interés expansionista de China. Este jueves, el presidente estadounidense Joe Biden recibió en Washington al primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y el presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr. Tras una larga reunión, se anunciaron acuerdos para fortalecer la seguridad en la región.
Biden y Kishida confirmaron que aumentarán la cooperación militar, un acuerdo que derivará en un nuevo sistema de defensa antimisiles y un paquete de acciones conjuntas. El objetivo es mostrar que Estados Unidos y Japón son una alianza poderosa para disuadir las maniobras agresivas tanto de China como de Rusia. Biden aseguró que se trata de la mejora más importante a la asociación militar con Japón desde el primer acercamiento.
Kishida aprovechó su intervención en una conferencia conjunta desde la Casa Blanca para alertar sobre las acciones violatorias del derecho internacional por parte de la potencia asiática.
“Los intentos unilaterales de cambiar el estatus quo por la fuerza o la coerción son absolutamente inaceptables, dondequiera que se produzcan (…) Respecto a la agresión de Rusia a Ucrania (…) Ucrania puede ser el Asia Oriental de mañana”.
La reunión entre los líderes de Estados Unidos y Japón terminó con alrededor de 70 acuerdos de cooperación en materia de defensa. Incluyen la modernización de la estructura de mando militar de Estados Unidos en territorio japonés. Con ello, Washington busca socorrer a ambas naciones de la campaña de aislamiento que ha lanzado el gobierno chino.
La respuesta inmediata de China
China no tardó nada en responder. Este jueves, la portavoz del Ministerio de Exteriores de la nación asiática, Mao Ning, lanzó duras acusaciones contra ambos países. La funcionaria aseguró que Washington y Tokio han desplegado campañas de difamación que solo aumentan las tensiones en el Mar de la China Meridional y el territorio que rodea a Taiwán.
“Estados Unidos y Japón, haciendo caso omiso de las serias preocupaciones de China, han difamado y atacado a China sobre Taiwán y las cuestiones marítimas (…) Han interferido descaradamente en los asuntos internos de China, en una grave violación de las normas fundamentales que rigen las relaciones internacionales”.
Mao recalcó que no es posible que los líderes de Estados Unidos y Japón hagan comentarios irresponsables, los cuales socavan la paz y estabilidad de la región asiática.
“Las relaciones entere Estados Unidos y Japón no deben apuntar a otros países ni perjudicar sus intereses ni comprometer la paz y la estabilidad regionales (…) Las actividades de Pekín en estos mares son plenamente coherentes con el Derecho Internacional”.
Finalmente, la diplomática china recordó que los temas que atañen a Taiwán corresponden puramente a China. Cualquier intromisión por una fuerza externa se considera una violación a su soberanía.
“Quiero subrayar que el principio de “una sola China” es un hecho histórico y un consenso internacional. La cuestión de Taiwán es un asunto puramente interno de China y no admite injerencia alguna de fuerzas externas. Los gobiernos de Estados Unidos y Japón se han comprometido solemnemente con China en la cuestión de Taiwán. Japón, en particular, tiene una grave responsabilidad histórica por su agresión y dominio colonial sobre Taiwán”.
Crisis en el Mar de la China Meridional
Las tensiones en el Mar de la China Meridional van al alza, lo que ha quedado en evidencia tras numerosos incidentes entre China y Filipinas. Históricamente, se trata de una zona de conflictos entre China, Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunéi. Pekín basa sus exigencias en razones históricas, mientras que los demás países se amparan en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
En los años recientes, las tensiones se elevaron porque China comenzó a construir islas artificiales en arrecifes y atolones. Asimismo, la potencia mundial empezó a desplegar buques militares y naves de la guardia costera, sin dejar de mencionar que han realizado ejercicios armamentistas con fines de intimidación.
De igual manera, Estados Unidos se ha involucrado en el conflicto de la mano de Filipinas y Japón para tratar de contener los intereses expansionistas de China. La nación norteamericana realiza patrullas navales de libertad de navegación en la zona. Por ende, crece el miedo a que estalle un conflicto militar que tenga consecuencias catastróficas.
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