Lo más importante
- Marcelo Ebrard abrirá negociación para excluir a México del aumento de los aranceles sobre el acero y aluminio en EE.UU.
- Como mínimo, el secretario federal espera volver al arancel del 25%.
- Ebrard adelanta un impacto negativo sobre la industria de ambos metales y otros sectores en la región.
Modo negociación encendido: Ebrard solicitará pausar aranceles
Mientras Trump sostenga la pluma para firmar órdenes ejecutivas, no habrá estabilidad económica en ningún lado. En días anteriores, el mandatario republicano aprobó un aumento del 25% al 50% a los aranceles sobre el acero y el aluminio. El Presidente de Estados Unidos movió ficha para desatar un nuevo caos, pues ahora la herida se hace más profunda.
Este miércoles, el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, declaró que negociará con la administración de Trump para tratar de excluir a la nación del reciente incremento. La intención es que el país azteca no enfrente los impuestos por exportar ambos metales al vecino del norte. Dado que eliminar por completo el arancel luce casi imposible, la esperanza realista es obtener la tarifa anterior del 25%.
“[Pediremos una pausa para que a México] no nos cobren nada. Vamos a qué combinación podemos hacer porque si no nos van a obligar a tomar medidas similares”.
Como ha sido una constante en este gobierno, Ebrard volverá a emprender un viaje a Estados Unidos en los próximos días. Una vez en el país de las barras y las estrellas, sostendrá un encuentro con el secretario de Comercio local, Howard Lutnick, así como con el titular de la Oficina del Representante Comercial, Jamieson Greer, para conversar sobre las posibilidades de frenar los aranceles.
Los comentarios de Ebrard llegaron durante una entrevista con Salvador García Soto para El Heraldo Radio. El funcionario de la administración de Claudia Sheinbaum confesó que nadie esperaba que hubiera un incremento del doble sobre los aranceles del 25%. En primera instancia, la tarifa ya parecía excesiva, pero ahora todo se ha salido de proporción. Negociar es la única carta, pero nadie se atrevería a apostar por una salida diplomática.
Al reclamo de México, se suma la protesta de Canadá

Uno de los principales países afectados con los aranceles sobre el acero y el aluminio es Canadá. Era lógico que la respuesta llegará de inmediato. El primer ministro del país, Mark Carney calificó la decisión del mandatario estadounidense como ilegal, además de no tener justificación. El funcionario advirtió que su país prevé responder, pero esperará a ver cómo terminan las negociaciones bilaterales que se sostienen en Washington.
“[Los aranceles son] una mala idea para los trabajadores estadounidenses y, sobre todo, para la industria canadiense (…) Nos llevará algo de tiempo, pero no mucho, porque ahora mismo estamos en intensas conversaciones con los estadounidenses sobre la relación comercial”.
Además de las protestas de las autoridades canadienses, el sindicato más importante del país, Unifor, exigió al gobierno una respuesta contundente y rápida. La organización señaló que los aranceles agresivos de la administración de Trump están causando daños graves sobre los sectores del acero, el aluminio y el automotriz. La presidenta sindical, Lana Payne, emitió un comunicado donde dijo:
“Necesitamos una acción inmediata y contundente para defender los buenos empleos y proteger nuestra seguridad económica nacional”.
La preocupación en Canadá está justificada, considerando que las exportaciones de acero y aluminio hacia Estados Unidos tienen un peso significativo en la economía local. Ante su incremento hasta el 50%, los potenciales inversionistas podrían pensarse dos veces la elección de Canadá como sedes de empresas o proyectos. Asimismo, afecta la estabilidad de dichos sectores y el nivel de empleo asociado a dichas industrias.
La situación de Canadá es diferente a lo que ocurre con México. Eso lo tiene claro el secretario federal, Marcelo Ebrard, quien subrayó que el país azteca se encuentra en una mejor posición para negociar.
“México está en una condición distinta porque nos exportan más acero, ellos de lo que nosotros les exportamos, es decir, tienen un balance a favor. Eso no sucede con el resto del mundo, esa es la primera situación”.
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