Resumen: Lo que debes recordar
- Europa analiza con seriedad la creación de un escudo nuclear para la defensa del continente, un objetivo con etiqueta de urgente ante la creciente amenaza rusa.
- Francia es uno de los países que está tomando la batuta en este tema, tras reflexionar sobre la postura del gobierno de Donald Trump en torno a la guerra entre Ucrania y Rusia.
- El presidente galo, Emmanuel Macron, exhortó a los países de la región a asumir mayores responsabilidades en materia de defensa regional.
Europa no debe dejar su defensa nuclear al capricho de EEUU

Las relaciones entre Estados Unidos y Europa cambiaron por completo con la entrada en el poder de Donald Trump. El presidente republicano tiene una visión crítica sobre el papel de Estados Unidos como “protector” del mundo. Este hombre solo se meterá en asuntos ajenos cuando haya un beneficio explícito y real para su país. Fuera de eso, asegura que las demás naciones pueden arreglárselas solos, un mensaje que tiene a Europa como destinatario principal.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, sostuvo pláticas con su homólogo estadounidense sobre la guerra en Ucrania. A pesar de que las conversaciones se conducen por el terreno de la cordialidad, Europa está a disgusto con Washington por su tibieza y distanciamiento. El líder galo no ha sido ajeno a esta percepción, pero el acercamiento directo con Trump le ha confirmado que es tiempo de que Europa empiece a dar por hecho que no tendrá el apoyo de EEUU en temas de defensa regional.
Francia da un paso al frente. Macron y su gobierno pugnan por reforzar la defensa de Europa mediante la creación de un escudo nuclear. La estrategia consiste en desplegar aviones de combate armados con armas nucleares en territorio alemán, un hecho que supondría un nuevo enfoque de la seguridad del viejo continente. La misión es llenar el vacío que dejaría la retirada de las tropas de Estados Unidos, al tiempo que enviaría un mensaje a Moscú.
Macron, junto con Alemania, creen que el fortalecimiento de la estructura nuclear a nivel regional surtiría efecto sobre Rusia. En este momento, el mandatario Vladímir Putin se ha dado cuenta que Trump y Estados Unidos están dispuestos a dar la vuelta. Ucrania y Europa critican la postura de Washington en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al tiempo que Francia ejerce presión sobre Gran Bretaña para que se sume a esta iniciativa.
Macron confía en el pronto fin de la guerra en Ucrania

Durante su visita a Estados Unidos, el presidente Emmanuel Macron externó su confianza en que la resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania está cerca. Aunque todavía hay enredaderas en el camino, el mandatario dijo que hay señales claras de que hay una estrategia y camino hacia la paz. Por otro lado, recalcó la urgencia de construir acuerdos, pero subrayó que estos deben ser consensos fuertes y sólidos. En pocas palabras, quiere garantías de que Vladímir Putin no volverá a poner a Europa y al mundo en la misma situación.
“Esta paz no debe significar una rendición de Ucrania (…) No debe significar un alto al fuego sin garantías. Esta paz debe permitir la soberanía ucraniana”, mencionó Macron en una de sus intervenciones.
Por su parte, Trump ratificó que el fin de la guerra podría estar a la vuelta de la esquina:
“Creo que la guerra podría acabar pronto. En semanas. Eso creo. Creo que podríamos acabarla en semanas si somos listos. Si no lo somos, continuará y seguirá perdiendo joven y hermosa que no debería estar muriendo. Y no queremos eso”, señaló.
Más allá del papel que juegue Estados Unidos en la resolución del conflicto, las relaciones entre el viejo continente y Washington han mutado. Los gobiernos de la región cuestionan cada vez más fuerte la fiabilidad de su eterno aliado americano. Esta es la verdadera motivación de las propuestas de Francia para construir un escudo nuclear que aseguren la defensa de Europa ante las amenazas que lleguen de diversas partes del mundo.
Para entender la crisis política de Estados Unidos

La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024 sorprendió a muchos, pero tampoco era algo que no se veía venir. La política estadounidense atraviesa por un periodo complejo, una reconfiguración de la democracia. ¿Por qué la gente vota por un egocéntrico millonario que tiende hacia el narcisismo y que suele comportarse como un bully en las negociaciones?
El experto en política estadounidense, Roger Senserrich, escribió un libro llamado ¿Por qué se rompió Estados Unidos? Populismo y polarización en la era Trump. En sus páginas, explica en formato de ensayo cómo el germen de los escándalos del mandatario está en las raíces históricas de una democracia que ha estado a punto de reventar. El autor asegura que Trump no es una anomalía en el sistema, sino resultado de una estructura política que se siente anticuada y plagada de los vicios del pasado.
“Es también producto de una guerra civil cerrada en falso y una democracia incompleta, que hasta la lucha por los derechos civiles de los años sesenta ni siquiera incluía a todos sus ciudadanos”, leemos en la descripción del libro.
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