Resumen
- La comisionada nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, evocó la lucha de su madre en el camino que llevó a México a elegir a su primera mujer presidenta.
- En un evento celebrado en el Senado, la funcionaria mencionó que la defensa de los derechos humanos nunca puede salir de las prioridades del gobierno y la sociedad.
- Piedra Ibarra aseguró que México vive una realidad favorable en materia de democracia y libertad de expresión.
Rosario Piedra Ibarra recuerda a su madre
México está a pocos días de vivir un suceso histórico. El 1 de octubre, Claudia Sheinbaum rendirá protesta en el Congreso de la Unión para convertirse formalmente en la primera mujer presidenta de México. Nunca en la historia de la nación, una fémina había ocupado el principal cargo político del país. Es un mensaje que reafirma la importancia de la igualdad de género, además de darle continuidad a un proyecto político.
Durante la instalación de la Comisión de Derechos Humanos en la Cámara de Senadores, Rosario Piedra Ibarra dio un mensaje emotivo sobre la lucha de las mujeres y la igualdad dentro del terreno político. Ella recordó que su madre jugó un papel activo en esa búsqueda de paridad, pues Rosario Ibarra de Piedra fue la primera fémina que aspiró a ocupar la titularidad del Ejecutivo Federal.
La actual Comisionada Nacional de Derechos Humanos resaltó la importancia y el largo camino que ha enfrentado el pueblo de México para llegar a este momento de su historia.
“Luchar por los derechos humanos es luchar contra el hambre, contra la injusticia, contra la desigualdad social. Eso que ha recorrido, pues, muchos años la humanidad por alcanzar esa dignidad humana que hasta 1948 fue cuando se reconoció esa calidad de seres humanos y a nosotros, obviamente, se nos excluyó”, señaló.
Fue allí donde apeló a la candidatura de su madre:
“…recuerdo que hace 44 años mi madre fue la primera mujer candidata a la Presidencia de la República en 1982 y, pues, obviamente era una lucha muy difícil porque era pues luchar contra un monstruo, algo que sabía ella y sabíamos nosotros como familiares que era imposible que ganara dado que existía un partido de Estado (PRI)”.
Una democracia en México
Rosario Piedra Ibarra dijo que la elección de la primera mujer presidenta de México es una muestra del buen momento que vive la democracia nacional. Pese a que son muchas las voces que acusan al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de sentar las bases de una dictadura o un régimen con ese perfil, la mayor parte de la sociedad defiende el trabajo realizado durante el sexenio. La prueba está en el voto por la continuidad.
“Hoy vemos cómo hoy existe la democracia y es lo que queremos que siga existiendo, la libertad de expresión, la libertad de manifestación, el derecho a elegir a los gobernantes libremente”, puntualizó.
Rosario Piedra Ibarra destacó que México tendrá a su primera mujer presidenta a partir de octubre de este año, un logro del que se siente parte por los esfuerzos de su progenitora en el pasado.
“Sin embargo, cuando ella dio esa batalla, pues fue algo para ir sembrando, ir allanando este camino que hoy vemos que ha rendido frutos, porque ya tenemos a una mujer presidenta y eso a mí me da muchísimo gusto, a la doctora Claudia Sheinbaum”, advirtió.
María del Rosario Ibarra de la Garza, mejor conocida como Rosario Ibarra de Piedra, fue una activista y política izquierdista mexicana pionera de la defensa de los derechos humanos en México. Se le recuerda como fundadora del Comité ¡Eureka!, una organización dedicada a la búsqueda de familiares desaparecidos. Debido a su protagonismo en la escena nacional, se postuló para la Presidencia de México para el sexenio entre 1982 y 1988.
Aunque no llegó nunca a ocupar la titularidad del Ejecutivo Federal, sí trabajó como senadora y diputada federal en un par de ocasiones.
Reflexión Editorial: Las luchas del pasado, los éxitos del presente
Tal como lo dice Rosario Piedra Ibarra, no podemos ignorar que México tendrá a su primera mujer presidenta en pocos días. Hasta hace algunos años, todavía era difícil imaginar a una representante del género femenino en el cargo. No por un tema de capacidad ni conveniencia, sino porque el sistema político mexicano todavía es bastante hostil con las mujeres en muchos sentidos.
Finalmente, Claudia Sheinbaum Pardo ocupará ese lugar y debemos agradecerlo a todos aquellos que pusieron su granito de arena para impulsar la presencia de la mujer dentro del escenario político del país azteca. Entre ellos, está la activista y política mexicana Rosario Piedra de Ibarra, una de las luchadoras sociales más prominentes de las décadas finales del siglo pasado.
En ningún momento, podemos desvincular las conquistas del presente de los esfuerzos del pasado. No solo es un buen ejercicio de concientización social, sino que sirve para entender que los cambios del futuro debemos empezar a construirlos desde hoy.
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Nota: Algunas imágenes de este artículo tienen finalidad puramente ilustrativa.