Por “naturaleza”, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia tienen una relación ríspida. La alianza comandada por Estados Unidos es uno de los principales contrapesos internacionales a las campañas y presiones de Moscú. Este jueves, el gobierno de Rusia lanzó una amenaza contra la OTAN por sus recientes acciones en la guerra con Ucrania.
El Kremlin mostró su disgusto contra la organización, tras considerar que alentó a las autoridades de Ucrania a usar armamento occidental contra objetivos que se encuentra dentro del territorio ruso. De acuerdo con el portavoz de la Presidencia de Rusia, Dmitri Peskov, estas acciones llevarán las tensiones en la región a un escalón superior.
“Todo eso tendrá inevitablemente consecuencias y, como resultado final, causará un gran daño a los intereses de aquellos países que decidieron escalar las tensiones (…) En los últimos días y semanas, los miembros de la OTAN han entrado en una nueva fase de escalada de las tensiones. Y lo hacen de manera consciente”.
La postura de la OTAN que enfadó a Rusia
La amenaza de Rusia contra la OTAN tiene lugar pocos días después de los comentarios del secretario general del organismo internacional, Jens Stoltenberg. El dirigente occidental afirmó que Ucrania tendría que utilizar el armamento que le han proporcionado los países aliados para atacar a Rusia en su territorio.
En su valoración, el ataque de Ucrania contra objetivos rusos sería un ejercicio de legítima defensa ante las hostilidades. En realidad, fueron palabras bastante duras y certeras, más allá de que Stoltenberg trató de explicar que la defensa militar del territorio ucraniano requiere pasar a la ofensiva en momentos estratégicos.
“Será muy duro y difícil para los ucranianos defenderse si no pueden atacar objetivos militares justo al otro lado de la frontera. Puede tratarse de lanzamisiles, artillería o aeródromos utilizados para atacar a Ucrania”.
En el marco de una reunión de ministros de Defensa de la Unión Europea, Stoltenberg dio a entender que Kiev debe girar su estrategia militar hacia una que cause daño a la infraestructura militar clave de Rusia.
“Ucrania tiene, de acuerdo con la ley internacional, derecho a defenderse. El derecho a la defensa propia incluye atacar objetivos militares legítimos dentro de Rusia. Y esto es particularmente relevante ahora, porque los combates más fuertes están ocurriendo en la región de Járkov, cerca de la frontera”.
¿Más apoyo militar para Ucrania?
El viernes 31 de mayo, los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN se reunirán para evaluar un paquete de apoyo militar para Kiev. Precisamente, esta ayuda fue propuesta por Jens Stoltenberg. Si todo marcha según las previsiones, esta ayuda recibiría luz verde en la cumbre que se llevará a cabo en la ciudad de Washington durante el mes de julio.
Las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos generan incertidumbre sobre la postura de la OTAN en el conflicto Rusia – Ucrania. Después de todo, el expresidente Donald Trump ha manifestado su oposición a que la potencia norteamericana siga siendo el polizón del mundo. En ese sentido, Stoltenberg propone otorgar ayuda militar a Kiev a largo plazo.
La visión del dirigente de la alianza es que la OTAN tome el mando de la coordinación del apoyo militar internacional para Ucrania. Eso le daría, de forma ineludible, un papel activo y directo en la guerra. El líder noruego se encargaría de gestionar las donaciones y el suministro de armas, además de que también coordinaría el entrenamiento de las fuerzas ucranianas.
El tema es que no todos los integrantes de la OTAN respaldan este plan. Hay países que temen que esto pueda dar la impresión de que la alianza va a la guerra directa contra Rusia. De cualquier manera, todos miran con extrema atención los movimientos de Estados Unidos, ya su postura será determinante.
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